Cianotipias

¡Hola de nuevo!

Estaba limpiando mi cuenta de Tumblr, la cual usaba para subir mis trabajos fotográficos y hablar de temas relacionados con este arte, el cual practico por afición algunas veces y por necesidad en mis innumerables búsquedas de referentes, cuando me encontré con un interesante tutorial que redacté tras una práctica de clase hace ya unos cuantos añitos.

Como no quería deshacerme de la entrada, puesto que desde ahora voy a dar un uso muy distinto a http://desinkraft.tumblr.com/ y el contenido no casa con mi nueva política, he decidido migrarla a la sección de Art & Kraft de mi mi blog, de modo que aquí la tenéis. Espero que os guste y que sobre todo os sea de utilidad. ☺☺☺



Cianotipia, definición:

De la combinación de los términos cian y tipo surge una técnica fotográfica analógica, consistente en la obtención de copias fotográficas azuladas, tras exponer un soporte (papel, tela u otro material absorvente) impregnado con una sustancia fotosensible, resultante de la mezcla de Citrato de amonio y hierro, y Ferricianuro de potasio, bajo una luz ultravioleta.


Dicho así es difícil de entender, por ello, voy a ir paso por paso, para que nadie se pierda a mitad del proceso.

Materiales necesarios:
Papel de acuarela (Ej:280g)
Emulsión (citrato de amonio, hierro y ferrucianuro de potasio)
Pincel o brocha grande
Soporte plano (tabla, mesa o en su defecto el suelo)
Acetato con un motivo fotográfico impreso en negativo
Cristal grande (del tamaño del fotolito aprox.)
Palangana con agua
Agua oxigenada

Proceso

Paso 1. Obtención del fotolito.

El fotolito es la imágen que usaremos para que haga de registro sobre nuestro papel, dictaminando qué zonas quedarán blancas, y cuales serán quemadas o expuestas por la luz ultra violeta.



La trama de impresión depositada sobre el acetato impide que la luz incida sobre el soporte, creando reservas para las zonas blancas, al contrario que en las zonas donde no hay hada impreso, que reaccionarán al ser expuestas a la luz del sol, dando paso al oscurecimiento propio de la reacción química, fruto de su sensibilidad ante la luz ultravioleta.



El cristal tiene una doble función. Por una parte asegura el contacto entre el papel emulsionado y el fotolito, ayudando a que la imágen sea más nínida, pues si el fotolito se encontrara separado del papel, aunque fueran unos pocos milímetros, daría lugar a una impresión un tanto difusa.

La segunda función es la de evitar que el fotolito salga volando, si se produce una ráfaga de viento, o se desplace lo más mínimo durante el proceso de emulsión.



Este es el orden el el que hay que colocar los elementos sobre la mesa.

Lógicamente, el papel irá bajo el fotolito, con la cara impregnada apuntando hacia el sol, seguido por el cristal que lo sujetará. La cara del acetato que usemos es indiferente, pudiendo voltear horizontalmente la imagen si nos interesara.

Es importante que nos aseguremos de que el sol no incide en la hoja antes de colocar el fotolito, pues la reacción a la luz solar es instantánea y comenzará a oscurecerse. Con una hoja de periódico, o cualquier papel grande, será suficiente para cubrir nuestra cianotipia mientras la transportamos del cuarto de revelado hasta la mesa de exposición y viceversa.

Paso 2. Revelado de la hoja.

Después de la exposición al sol, la emulsión de nuestra cianotipia, que en principio debería tener un color amarillo verdoso, más tirando a verde si está bien seca, se habrá ennegrecido, en mayor o menor medida, dependiendo de las condiciones climáticas y el tiempo que la hayamos tenido tostándose al sol.

Una vez concluida la exposición, retiraremos la cianotipia rápidamente, procurando que el sol no le siga dandole, para proceder a lavar la emulsión con agua fría en un cuarto oscuro.

Nota: No es necesario crear este ambiente en el cuarto de baño, con un poco de penumbra que nos permita ver dónde tenemos el grifo del agua sobra pero, casualmente, la luz que se colaba a través de la toalla resultó ser roja, similar a la de un estudio fotográfico.



Aclaramos la imagen con agua, hasta que la emulsión se haya disuelto por completo.

Es recomendable usar un recipiente donde quepa el papel y frotar un poquito con la mano o bien agitarla para ahorrar agua.

Cuando esté bien limpio, tendrá un aspecto muy apagado. ¡Qué no cunda el pánico!. Tras un chorro de agua oxigenada, la imagen resurgirá mágicamente. Coged el bote y rociad el papel sin miedo.

Paso 3. Secado.

Después de rociarlas con agua oxigenada, lo mejor para secar las cianotipias es pegarlas en los azulejos de la ducha, o la pared del baño en su defecto, para que escurran el agua sobrante y no se comben por la retracción del papel al expulsar el agua.



Nota: Si sois tan osados como para colgar vuestras creaciones en el tendedero, sabed que las pinzas de la ropa les dejarán marcas y una vez secas serán muy difíciles de eliminar, de modo que ateneos a las consecuencias. Habla la experiencia...






Y estos son los resultados de mi trabajo tras una exposición de entre 1'30" y 1'40" por unidad.

El resultado no es tan bueno como debería debido a que los fotolitos no fueron impresos con bastante calidad y esto es algo de vital importancia.

Si la cobertura de la trama de impresión no es suficientemente densa, el sol penetrará a través de la tinta, haciendo que la emulsión reaccione en las zonas de reserva, y el contraste entre blancos y negros se vea mermado.

Insisto en que el estado del fotolito es esencial porque estamos trabajando en monocromo, y si perdemos el contraste, la imagen quedará desvirtuada.