Ilustración. Illustration.
Modelado 3D. 3D Modeling
Impresión 3D. 3D Printing.
Arte Tradicional / Pintura. Traditional Art / Painting.
Motion Graphic, After Effects.
Cómic, Comic

La habitación de un ilustrador.

Esta habitación...

... era un completo caos, hasta que decidí remodelarla:
 


 "Cuando entro en tu cuarto nunca me aburro, hay muchos posters y cosas para ver" "¡Menuda locura! ¿No te saturan tantos colores?" "No sé como puedes concentrarte en este sitio" frases de este tipo eran frecuentes siempre que invitaba a alguien a visitar mi cuarto por primera vez. En otros casos el invitado se limitaba a dar vueltas como una peonza mirando arriba y abajo en un intento desesperado por adaptarse al nuevo entorno.
Ciertamente era imposible estudiar, o hacer cualquier tarea que requiriera máxima atención, salvo en esas noches previas a los exámenes en las que los remordimientos de haberlo dejado para el último momento nos obligan a ponernos serios.
Los motivos eran varios pero estaban bien definidos y aun mejor analizados después de pasarme más de veinte años sintiendo la misma sensación de agobio cada vez que me sentaba frente a alguna de las dos mesas de escritorio, ubicadas como podéis ver en el siguiente plano, ya que no me cabía nada en ellas.
Plano en alzada
Demasiados muebles en muy poco espacio, dos mesas largas pero estrechas, armarios con tan poco fondo que no se puede colgar una percha a derechas, multitud de estanterías y baldas diminutas que no hacen otra cosa más que ocupar pared, y demasiados posters. Conclusión: sensación de claustrofobia, movilidad limitada, rendimiento académico reducido, concentración nula. Hasta el curso pasado la situación no me había importado demasiado debido a que siempre he estudiado en lugares públicos, pero la biblioteca no es un buen sitio para dibujar, mucho menos si el trabajo en cuestión requiriera el uso de acuarelas o productos como el oleo que desprenden un olor muy fuerte. En definitiva, si no me acababan echando, sería un incordio soportar las miradas de los curiosos que se acercarían a preguntar qué es lo que hago pintando allí.

 En principio pensé en eliminar los dos módulos colgantes de 95x33 y en sustituir los dos armarios de 80x33cm por un solo armario con más fondo que a fin de cuentas tendría la misma capacidad pero podría organizar mejor el interior. Rechacé la idea porque me pareció que comprar tantos muebles se saldría del presupuesto inicial.
 Después llegue a la conclusión de que lo que más me incomodaba del cuarto era tener tantos muebles inútiles ocupando espacio, empezando por esas dos mesas de escritorio tan estrechas que siempre terminaban llenas de montañas de ropa, libros o papeles y acabando por las queridas baldas y mini-armarios colgantes fabricados artesanalmente por papá. Fue entonces cuando surgió la idea de cambiar las dos mesas de 180x50cm por una sola mesa de 120x70cm con cierta inclinación para facilitarme la tarea de dibujar en ella.
 También decidí incluir una estantería para deshacerme de las antiestéticas baldas, ya tener objetos sobresalientes la pared era lo que más me incomodaba del antiguo diseño de mi habitación porque la empequeñecían, haciendo parecer que el techo era más bajo y obstaculizando el tránsito por la estancia.
Tenía muchas ideas porque hacía años que deseaba hacer esta reforma, pero la jefa de obras llamesé Mamá, siempre se negaba a hacer ningún cambio, por lo que traté de ser realista y presentarle un diseño fácil de aplicar. Opté por dejar los armarios donde estaban y priorizar en la mesa de dibujo ya que era lo que más me interesaba. Para poder instalarla, vistas las limitaciones y el reducido espacio, tendría que quitar los dos escritorios y todo lo que hubiese dentro y encima de estos y complementar con algún sistema de almacenaje como por ejemplo, un baúl. En la siguiente imagen podéis ver lo que os he descrito.

 Después de varios debates en los que tuve que defender el proyecto con uñas y dientes, y de ofrecerme a costear los gastos, obtuve el permiso que necesitaba para convertir el estercolero en un lugar algo más apropiado para crear arte. Después de mostrar una página con referentes, también es aprobada mi propuesta para pintar las paredes azules. Escogí este color (además de por ser mi favorito) por su capacidad para transmitir serenidad y fomentar la concentración, justo lo que estaba buscando.


Tercera semana de junio.
Comienza la reforma. Empiezo a ordenar y empaquetar todas las cosas que estorbaban para comenzar con la reforma. Aprovecho la ocasión para deshacerme de ciertos objetos inútiles, apuntes viejos y libros de texto descatalogados. Vacío además los módulos y estanterías que hay sobre los escritorios. Cuando concluyo, descuelgo los módulos y desmonto las mesas para tener más espacio.

Cuarta semana de junio.
Comienzo a arrancar el papel de las paredes con ayuda de Mamá y una vaporeto cedida por la abuela. Solo trabajo dos días porque asistí a un famoso concierto entre semana y estuve fuera varios días, pero Mamá adelantó la faena en mi ausencia. Al regresar a casa, me fue imposible dormir en mi cuarto, su aspecto era siniestro y sucio, por no hablar por las manchas de humedad o el curioso agujero a través del cual se podía ver el tejado. Tan acogedor como un apartamento en pleno centro de Silent Hill.

Primera semana de julio.
En vista del mal estado del techo y las paredes, recurro a un profesional de confianza para que aplique un tratamiento contra la humedad y repare desperfectos. También se encarga de aplicara la nueva pintura en toda la sala, acortando el tiempo de realización.

Segunda semana de julio.
A consecuencia de la obra, surgen rencillas y se crea un ambiente de tensión. Por el bien del proyecto, opto por hacer un parón durante de una semana y ausentarme del domicilio. Mientras tanto, la pintura va secando.

Tercera semana de julio.
Retomo el proyecto. La parte más complicada está hecha, ya se han pintado las paredes, pero no tengo del todo claro como colocar los muebles. Compré una estantería vestida con betas de madera en tono cerezo que estaba de oferta. El color no me dice nada, pero sus dimensiones encajan y planteo la posibilidad de pintarla posteriormente. Sigo meditando en la colocación de los muebles y creo la siguiente composición:
Cuarta semana de julio.
Visito Ikea y descubro un armario, modelo Morvik, en la sección de oportunidades. Su precio original son 199€ pero está rebajado en un 50%. El mueble dispone de puertas correderas, muy prácticas para ganar espacio en sitios pequeños, dos barras interiores para colgar ropa y cinco baldas y una de las puertas lleva un espejo incorporado. Acabaron las contemplaciones, ese era el armario que estaba buscando, pero no tenía modo de transportarlo, de modo que tuve que esperar con los dedos cruzados hasta que un amigo me hizo el favor de dejarme su furgoneta y ayudarme a desmontarlo.
Aprovecho para pasar por Leroy y compro las piezas necesarias para la mesa de dibujo: dos caballetes de inclinación y altura regulables sin barnizar y un tablero vestido en blanco con bordes metalizados de 120x70cm.
Al volver a casa realicé varios bocetos para ver la composición definitiva con los muebles escogidos. Aprovecho un hueco de unos 50cm que queda entre la cama y la pared para diseñar un mueble a medida que hará las veces de baúl. su diseño es simple: un rectángulo con una tapadera en la superficie sujeta con cuatro tacos que hacen de tope. Con este movimiento gano 50cm de espacio y me permito colocar la mesa en la pared contraria a la puerta para que no entorpezca la entrada. el resultado es el siguiente:


Semana del 29 de julio al 4 de agosto.
Compro un bote de esmalte sintético blanco y pinto el marco de la ventana y la parte interior de la puerta, los cuales tenían un color bastante feo a consecuencia del tiempo y el efecto amarilleante del tabaco en la madera. (suerte que ya nadie fuma en casa)

Semana del 5 al 11 de agosto.
Por fin tengo el armario en casa. La estantería está montada. Realizo una encuesta con amigos para que me inspiren sobre la combinación de colores.

Las votaciones se decantan por la opción "Negro" o "Blanco/negro" pero por cuestiones técnicas y económicas, además de un breve estudio sobre algunos principios del Feng Shui, que me recuerdan la importancia de incluir el elemento madera en un dormitorio, me decanto por la opción más rápida, que no es otra que barnizar los caballetes con el barniz de cerezo que me ofrece Mamá para que vayan a juego con la estantería.
 

Semana del 12 al 18 de agosto.
Me dedico a desembalar algunas de mis cosas y colocarlas de forma ordenada en el armario y la estantería, pero me falta sitio. Insisto a Papá para que vayamos a la carpintería para comprar la madera necesaria para fabricar el baúl a medida que colocaré a modo de cabecero detrás de la cama. Vuelvo a visitar Ikea y compro un stor blanco para la ventana. Añado una lampara halógena de intensidad regulable y flexo incorporado que coloco estratégicamente para que alumbre la mesa. También dejo el mando cerca de la cama para poder apagarla sin tener que levantarme por la noche. Va muy bien para leer antes de dormir.


Semana de 19 al 25 de agosto. 
La reforma ha terminado a expensas de pequeños elementos, la mayoría decorativos. Tapé un orificio bastante feo en la base de la lámpara con una lámina de porexpan recortada con forma circular, y atornillé el monitor a la pared para poder regular la inclinación de la mesa sin problemas. Por último, encargue una de oficina, mucho mejor que la quebranta-vertebras con la que he estado conviviendo largo tiempo.


Última semana de agosto:
Después de pintar la pared, me dije que no pegaría posters para no estropear la pintura, pero no mencioné nada sobre la puerta y aprovechando que casi siempre la tengo abierta, coloqué cuidadosamente un bonito cartel promocional (ilustrado por Luis Royo) del último concierto de Avalanch en Sala Gamma el 26 de abril. Para no estropear demasiado el poster o arriesgarme a que quedase mal recortado, lo que hice fue desmontar el picaporte de la puerta, como podéis ver abajo, y con ayuda de unas tijeras de punta fina hice un corte en forma de X para poder introducir el soporte del pomo. Después volví a montar el picaporte y listo. Quedó muy bien, ahora me paso el día mirando a la puerta.

Resultado final:


Más amplio gracias a la nueva distribución. 
Los tonos cerezo aportan calidez, contrarrestando la frialdad del azul.

 Luminosa y limpia. Eso es lo que dicen de mi nueva habitación.

 La cama invita a sentarse y a mirar por la ventana.

 No es un paisaje maravilloso. pero me alegra ver 
las plantas de mi madre cada vez que giro la cabeza.

 Costes:
  • Tratamiento, pintura y mano de obra- 170€
  • Armario Morvik de oferta - 99,50€
  • Estantería cerezo de oferta - 20€
  • Baúl hecho a medida - 65€
  • Caballete Leroy - (x2)21€
  • Tablero Leroy 120x70cm - 15€
  • Stor Ikea - 13,5€
  • Silla oficina - 75€

  •  Total -  500€

Conclusiones:
  • Los efectos psicosomáticos de la remodelación se han hecho notar desde que concluyó la reforma. 
  • La sensación de agobio que producían los innumerables muebles superpuestos a modo de Tetrix ha desaparecido por completo. Ahora tengo espacio de sobra hasta para jugar al Twister.
  • Tener una mesa tan grande sobre la que poder colocar todos los utensilios de dibujo aumentan mi productividad.
  • Me concentro con mayor facilidad y he recobrado el hábito de leer hasta caerme de sueño antes de acostarme.
  • Las condiciones lumínicas hacen que me sienta a gusto tanto de día por la ventana, como por la noche por la luz cálida que desprende la lámpara halógena.
PD: Sobre las habitaciones infantiles, ten en cuenta que los niños crecen y los muebles se les quedan pequeños, te tocará comprar nuevos. Si piensas redecorar tu casa, tomatelo con paciencia, es un un proceso agotador.


Y eso es todo por hoy. Si estás en mi lista de contactos y quieres ver mi cuarto en persona, estás invitad@.

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