Exposición de pintura I

Exposición "Pintando en Corazones" taller de Elisa Fernández

Lugar: Sala de exposiciones La Carcel. (Molina de Segura)
 
Fecha: Del 14 de Noviembre hasta el 15 de Diciembre.

Horario de visita: De 17 a 21h de L-V

Tras varios años de guerra fría con las técnicas tradicionales, he decidido retomarlas de la mejor forma posible. Esto es: ¡Pintando a lo grande! (o en gran formato, según se mire ☺)

En mi anterior entrada cité una frase sobre la importancia de la técnica tradicional en la animación así como en otros ámbitos creativos que requieren de su posterior procesamiento por ordenador. 

Digamos que es algo tan necesario como precalentar el horno a la hora de cocinar para que los platos que preparemos tengan el sabor y textura apropiados. O bien que es como cocinar un plato al horno o al microhondas. Si bien ciertos alimentos procesados casan mejor con el método fast-food, el cual es ideal para salir de un apuro cuando el tiempo escasea, para otros es impensable realizarlos de forma distinta a la que la que manda la tradición. Un chef o artista experimentado sabrá discernir qué técnica es más apropiada dependiendo de la ocasión y sobre todo, el tiempo del que dispone para ponerse "manos a la obra".

Ahora, tras irme un poco por las ramas, voy a hablaros sobre mi experiencia con las técnicas de pintura húmedas, concretamente el acrílico. Si bien es cierto que en la escuela de arte pude estudiar técnicas de dibujo tradicionales secas, mientras realizaba encajes con modelos y esculturas casi a diario, no tuve la misma suerte con las técnicas húmedas, que en mi ciclo pasaron desapercibidas, en parte por falta de tiempo, en parte por falta de planificación. También eché en falta recibir una buena formación sobre teoría del color en la escuela, carencia que subsané por mi cuenta de forma autodidacta mediante la lectura de libros especializados y mucha observación. La voluntad mueve montañas, cosa que autolamentarse de nuestra desdicha no, así que ya te digo que aprender una ciencia o arte solamente requiere de muchas horas y ganas de aprender. Y por supuesto buenas referencias ya sea de libros o de un profesor cualificado que te guíe por el camino correcto.

En mi caso, estoy recurriendo a ambas cosas: una clase semanal de pintura con una profesora excelente y mucha documentación, puesto que soy muy curiosa y me gusta ampliar todo lo que aprendo durante las clases. Antes de comenzar, mi profesora, Elisa, me insistió en que no necesitaba dar clase porque yo ya sabía mucho, pero me motiva enormemente contar con su ayuda y con la de mis compañeros/as de clase, junto a los que he colocado mis obras en la sala de exposiciones.

ALGUNAS OBRAS:

Título: Sombra, Nieve y Tierra. (Acrílico)
Tiempo: 5 h apx. por pieza.

Confesiones: De pequeña, lo primero que comencé a dibujar fueron caballos. Imagino que el hecho de que mis padres me comprasen muñecos de My Little Ponny tuvo el 50% de culpa de que me obsesionara con estos misteriosos animales. El otro 50%, como de costumbre, la televisión. Es por esto que mis primeras andaduras con el acrílico tenían que ser también a caballo.

PROCESOS:

Sombra y Nieve, encajes. La idea original era crear una pareja de caballos que casaran bien entre sí.

Sombra y Nieve. Primeras pinceladas. Un caballo de perfil y uno de frente.

Sombra y Nieve. Proceso intermedio. Uno negro, el otro blanco. Melancólicos y solemnes.

Tierra. Boceto. La última e imprevista.

Tierra. Paso 1. Sombra y Nieve no terminaban de entenderse. apareció Tierra para soportarles.

Tierra. Paso 2. Y aun siendo repudiada en un principio, al poco se convirtió en la preferida de muchos espectadores.

Junto con este trío de equinos, se encuentra un búho de ojos furiosos, otro caballo más y el retrato de Pennywise, del que encontrarás fotos del proceso en la entrada anterior. Si te pilla cerca y tienes ganas de acercarte, te invito a que eches un vistazo a estas y muchas otras obras excepcionales. Si no, ya me encargo yo de contártelo ☺.